domingo, 19 de febrero de 2012

¡El post de La Verdad!

Como en los últimos meses, no tengo apenas certezas que regalarte, o esa es mi sensación. Me alimento de las preguntas, día a día, vienen, buscan su espacio, si lo encuentran, siembran en lo profundo, si no se les concede un lugar, se dan la vuelta, dejando una pequeña  huella por si regresan otra mañana de mi despertar.
Hace una semana a punto estuve de terminar un post sobre 4 cosas que, con mis 30 años recién estrenados, ya creía tener claras… y hoy, me agarro a cada letra que dé significado al sentimiento de confusión del que no puedo escapar. Si no puedo hablar mis verdades, al menos, compartir este tiempo de incomprensión de mi mundo, de búsqueda de mi propio rumbo.
Ante ti, acepto la derrota no ser UNA y definible, ¡celebro la victoria de aceptar lo que la vida me trae aquí y ahora!
A ti, te confieso que esta victoria me sabe bien, me alegra el cuerpo, porque nada, ni una sola de las preguntas, hasta ahora me ha arrebatado la confianza en la vida. Presiento que tiene ver con SER una persona Agradecida… BRAVO, alguna maravillosa parte de mi identidad  tenía que alzar la voz entre tanto viaje interior: como el corazón que bombea sangre a todas las partes de nuestro cuerpo, el agradecimiento me integra, une todas las venas de la vida.
Desde mi retiro en Konya, agradezco:
seguir sintiendo SED de atardeceres;
que mi alma fluya más liviana en las noche de luna llena, y por los ratos de intimidad con ella;
querer regresar a los lugares que son hogares de mi vida;
que tú me alimentes para que explore mis propios caminos;
sentir algunas tardes la necesidad de escapar al mar, a beber de su marea;
la energía de bailar, despeinarme, reír, soñar, acompañada…
tener miedo a que tú sientas dolor por lo que yo ni hice, dije, o te di;
intentar no buscar fuera la respuesta a las preguntas que a veces me queman el pecho, y otras veces con su calor, lo agrandan y lo siembran de colores y escalofríos;
mi intento diario de intentar, ante lo desconocido, comprender, no juzgar, mirar y escuchar desde el corazón;
cada día dar y recibir amor más allá de la distancia;

Y, sí, Agradezco estar en el camino de comprender y aprender la necesidad de abrazar un compromiso conmigo misma, ante la vida, para mi vida.





Hace unos días una amiga me regaló estas líneas de Goethe y el escalador W. H. Murray , que expresaban así este compromiso:
Hasta que uno está comprometido existe la duda, la posibilidad de volver atrás y ahí está presente la ineficacia. En lo relativo a todos los actos de iniciativa y creación hay una verdad elemental, cuya ignorancia mata infinidad de ideas y planes espléndidos: en el momento en que uno se compromete, la Providencia también avanza con nosotros. Ocurren todo tipo de cosas que salen en nuestra ayuda, incidentes que, si no fuera por nuestro compromiso, nunca se hubieran manifestado. Un torrente de sucesos brotan de la decisión, todo tipo de circunstancias se dan a nuestro favor; encuentros y apoyo material que nunca hubiésemos imaginado aparecen en nuestro camino. Todo lo que puedes hacer o sueñas con hacer, empiézalo. La audacia encierra ingenio, poder y magia. Empiézalo ahora.

Aquí estoy, ¡agradeciendo volver a escribir y compartir!
Solo imágenes con Ange e Irene, hermanas y amigas, porque no puedo incluir fotos de todas las personas que, gracias a...mi compromiso con la vida, son familia y amig@s para mí.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Y yo ¿Soy joven y poeta?

Desde la sana confusión, una pregunta...

¿Para escoger un camino desechas antes todos los otros destinos que se abren ante ti? ¿o sencillamente es mejor no ver tantos recorridos? ¿por qué unas personas tardan más que otras en llegar?

Aún no sé en qué fase del trayecto me encuentro, ni cómo se avanza hacia un sólo lugar (si es que eso es posible). Deternerme, respirar y agradecer es lo que quiero hacer hoy, como si la intensidad del presente fuera el inicio y el final del ciclo:

Agradezco una llamada para decir en alto las contradicciones que invaden mi corazón, ese silencio donde solo se percibe una profunda serenidad, un paseo, tantos pasos, para compartir los últimos rayos de sol (los de la vida y las conversaciones que alimentan el espíritu), un lugar inesperadamente amplio para la incertidumbre que acompaña al aprendizaje, el calor de tus manos y de tu paciencia. Agradezco La comprensión, la que define tu esencia y mi felicidad.

Decía el escritor Rainer Maria Rilke en sus Cartas a un poeta joven que las preguntas había que intentar amarlas por sí mismas, como habitaciones cerradas o libros escritos en una lengua muy extraña. Y así, le sugería al joven creativo en una de sus cartas: "No busque ahora las respuestas: no le pueden ser dadas, porque no podría vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Viva ahora sus preguntas".

Y yo imagino que vivo las preguntas a través de este espacio, de mis palabras y de una voz que se expresa para encontrar múltiples identidades...

¿Por qué en ocasiones no atreverse a quedarnos en medio de un cruce de caminos, para que todas las corrientes nos transformen, y nos hagan cuestionarnos las certezas que hoy impiden una mirada hacia alelante, un regreso a la raíz, a otro origen?

En el medio del camino, después de terminar mi trabajo de investigación, gracias familia y amig@s por no dejar que abandonara ni una sola de las plumas que dan vida a mi propia inspiración.

sábado, 11 de julio de 2009

Galeano: El derecho al delirio.

Todo lo que el escritor Uruguayo Eduardo Galeano imagina y grita con tono sereno pero desde una profunda indignación me hace temblar. Y cuando se deja arrastrar por el delirio, como deberíamos hacer todos más a menudo, crea humanidades que sólo quiero atrapar, para luego ser capaz de caminar a través de ellas. Camina su voz con giros disparatados, avanza su letra escrita con ansia de locura, loco delirio que canta por el derecho a la libertad.



El derecho al delirio

Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuando nació.

El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.

Una invitación al vuelo

Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio.

La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

Dedicado a mi querida hermana Irene, apenas has cumplido 17 años pero llevas tanto tiempo soñando, imaginando toda la justicia de la que habla Galeano que no recuerdo cuando nos descubriste por primera vez tu mirada crítica hacia el mundo...
Quizá fue desde que leías y leías con pasión cuentos de otros lugares, o el día en que mostraste tremenda indignación por quienes no tenían las mismas oportunidades que tú para estudiar; o un instante durante el cual, aún teniendo la corriente en contra, quisiste abrir una ventana y entender el porqué de uno de los tantos conflictos que te rodeaban, conflictos ante los que, estoy segura, ya no querrás cerrar tu ventana, ni tu corazón.

miércoles, 24 de junio de 2009

El arte y enseñar, la poesía con los ojos cerrados

La poesía es un arte, enseñar, educar, formar también son arte, y cuando los dos se combinan el mundo gira al ritmo de la pasión, la que nos mueve y nos transforma.

Me gustaría que viérais estos 3 minutos de la película "El Club de los poetas muertos", en la clase anterior el profesor les había pedido que escribieran un poema y ahora le toca el turno a un alumno que es realmente tímido...




Y aquí una versión más larga sobre otros métodos que utiliza el profesor para inspirar a sus alumnos.

Hace unos meses compartí esta misma escena con un grupo de jóvenes de toda Europa en una sesión que dimos sobre estilos de aprendizaje. Al final de la escena, hubo reacciones diversas, sorpresa, admiración, pero, quizá como en la mayoría de las ocasiones, sólo los más atrevidos opinaron: "lo que hace el profesor es demasiado arriesgado, ¿y si ese le método hubiera traumatizado al chico?" y yo pensé, hasta qué punto estamos condicionados por nuestro sistema educativo, que no somos capaces de percibir lo importante y lo potente que puede llegar a ser que un profesor sepa cómo ayudar a un alumno a encontrar su talento.


¿Arriesgado, atrevido?... atrevido es enseñar literatura obligándonos a memorizar fechas, generaciones y estilos, atrevido es que en todas las clases haya que sentarse de espaldas a todos tus compañeros (ya,para facilitar la no comunicación), arriesgado es educar bajo el lema de que siempre hay una sola respuesta correcta, de locos es promulgar que todas los "saberes ciencítificos" son objetivamente más importantes que "las artes", los primeros son indispensables para la sociedad (¿cuál, la humana?), las segundas generalmente distraen en el camino hacia el desarrollo (bueno, pues ¡a mí que me distraigan eternamente!).
Y si miramos las cosas desde otro punto de vista, entendemos que la ignorancia siempre ha sido atrevida.

Ojalá a mí me hubieran cerrado los ojos para poder imaginar un verso libre. La última vez que una profesora nos encargó escribir un poema fue en la facultad, un día a toda prisa 10 minutos antes del final de la clase (ojo porque contaría para la nota final). Y yo sólo sentí que la película no iba conmigo, en aquella silla estática donde no podía volar, con el único ruido de la rutina universitaria, ¿dónde estás creatividad?... Quizá porque no era mi momento, porque no concibo un poema bajo el yugo de una nota que lo calificaría como si fuera una tabla de sumas y restas, o porque amo demasiado la poesía, fui la única que entregué una hoja en blanco. No culpo a la profesora (ella sólo ponía a prueba algunos métodos), y hoy no pasa un día sin que dedique al menos un segundo a disfrutar sobre la belleza de una palabra, o incluso me atreva a escribir un verso.

Así comienza el profesor de literatura el curso con sus alumnos:

A pesar de todo lo que les digan: las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión. La poesía, la belleza, el amor son las cosas nos mantiene vivos.

Whitman se preguntaba ¿qué de bueno hay en vivir?
Que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso.

Dedicado a las personas que creemos en esa visión de la literatura, la que se debería enseñar y transmitir, aquella que transforma y nos hace personas más humanas.

domingo, 14 de junio de 2009

Valiente, la risa

Nuestro subconsciente funciona así, a nuestro ritmo, 3 días antes de escribir sobre la risa yo había visto este maravilloso corto... un lenguaje universal con el que podemos cambiar el rumbo de un trayecto.



Quizá mañana lo pruebe en mi tranvía inventado, para crear espontáneamente una fiesta de la risa, un batalla ganada a la rutina del final del día.
Gracias Sara por traerme tus pinceladas.

miércoles, 10 de junio de 2009

El vuelo de tu risa

La risa es la plenitud del ser humano, es un canto a la libertad y un abrazo a lo maravilloso que es querer volar.

Habita cerca de la espontaneidad, de la más sana y dinámica de las inocencias que no abandonarían a un alma joven. Crece en la fuerza de encontrar lo inexplicable, y transformarlo en una carcajada dedicada a tu persona, y tus ganas rebosantes de vivir.

Un instante de risa se agota... no en el pensamiento triste, donde se crea un lugar para la alegría del dolor, no en el anochecer del amor, que aún huele al fluir de la pasión, no, yo siento que no se agota en un adiós ni en la distancia, porque existe un encuentro inesperado entre tu sonrisa y la mia...



Y tú hoy, con tus 31 sonrisas de gratitud, eres más libre a cada paso. Yo de pequeña sentía tristeza al pensar que algún día ya no habría más momentos en los que tu me contagiases aquellos ataques de risa (porque todo se agota, o porque cuando eres mayor el miedo gana ante la capacidad para reírse de uno mismo, no lo sé). Pero mi sabiduría juvenil se estrelló contra tu rebeldía madura, y consigues inyectarnos alegría, atacándonos sin darte por vencida, con bailes y guiños a la emoción, que emanan de un profundo amor a la vida.

Dedicado a mi hermana Ángela, cerca de ti siento tu risa, tus despertares y tus sueños, cerca de ti yo quiero imaginar, soñar y reír siempre. Si es que con sólo verte en esta foto ya me da la risa...

jueves, 4 de junio de 2009

Playing for my change

¿Podríamos imaginar que la música se para, y no regresa? No tendríamos sólo que volcarnos en llenar los silencios eternos, profundos, hasta malditos, también tendríamos que buscar a oscuras el ritmo de nuestros corazones, el alma de nuestro movimiento, y el porqué de que el pensamiento fluya con más vida cuando escucha una canción.

Con el tiempo he empezado a compreder lo incomprensible que es la música, se escapa de lo racional y arrasa con fuerza a quien pretende atraparla entre jaulas de códigos con fecha y definición. ¿Arrasa o te persigue sutilmente hasta tocar la emoción?, yo imagino que la toca para recordarme que al igual que la música, mi emoción también son notas, tantas como yo me atrevo a componer, y armonías desordenadas, que no podría atrapar, que no querría encerrar entre una melodía vacia.

Y para que el silencio no te impida componer tus propias músicas te traigo "A change is gonna come", un canto rebelde, optimista, feroz, del sitio Playing for a change que ya sonó en Chocolate Bailable porque nos encanta, porque recuerda que la música transforma, remueve, crea un cambio, el cambio que llegará, que no te encuentre sumergid@ en una ausencia y sin notas emocionantes que cantar...



Imagino que me siento al lado de los vocalistas, del mayor Grandpa Elliot, para escuchar las historias que guarda entre su peto, de Clarence Bekker, para sugerirle que sea mi amante, aunque sólo fuera durante una canción...