lunes, 28 de septiembre de 2009

Y yo ¿Soy joven y poeta?

Desde la sana confusión, una pregunta...

¿Para escoger un camino desechas antes todos los otros destinos que se abren ante ti? ¿o sencillamente es mejor no ver tantos recorridos? ¿por qué unas personas tardan más que otras en llegar?

Aún no sé en qué fase del trayecto me encuentro, ni cómo se avanza hacia un sólo lugar (si es que eso es posible). Deternerme, respirar y agradecer es lo que quiero hacer hoy, como si la intensidad del presente fuera el inicio y el final del ciclo:

Agradezco una llamada para decir en alto las contradicciones que invaden mi corazón, ese silencio donde solo se percibe una profunda serenidad, un paseo, tantos pasos, para compartir los últimos rayos de sol (los de la vida y las conversaciones que alimentan el espíritu), un lugar inesperadamente amplio para la incertidumbre que acompaña al aprendizaje, el calor de tus manos y de tu paciencia. Agradezco La comprensión, la que define tu esencia y mi felicidad.

Decía el escritor Rainer Maria Rilke en sus Cartas a un poeta joven que las preguntas había que intentar amarlas por sí mismas, como habitaciones cerradas o libros escritos en una lengua muy extraña. Y así, le sugería al joven creativo en una de sus cartas: "No busque ahora las respuestas: no le pueden ser dadas, porque no podría vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Viva ahora sus preguntas".

Y yo imagino que vivo las preguntas a través de este espacio, de mis palabras y de una voz que se expresa para encontrar múltiples identidades...

¿Por qué en ocasiones no atreverse a quedarnos en medio de un cruce de caminos, para que todas las corrientes nos transformen, y nos hagan cuestionarnos las certezas que hoy impiden una mirada hacia alelante, un regreso a la raíz, a otro origen?

En el medio del camino, después de terminar mi trabajo de investigación, gracias familia y amig@s por no dejar que abandonara ni una sola de las plumas que dan vida a mi propia inspiración.