miércoles, 24 de junio de 2009

El arte y enseñar, la poesía con los ojos cerrados

La poesía es un arte, enseñar, educar, formar también son arte, y cuando los dos se combinan el mundo gira al ritmo de la pasión, la que nos mueve y nos transforma.

Me gustaría que viérais estos 3 minutos de la película "El Club de los poetas muertos", en la clase anterior el profesor les había pedido que escribieran un poema y ahora le toca el turno a un alumno que es realmente tímido...




Y aquí una versión más larga sobre otros métodos que utiliza el profesor para inspirar a sus alumnos.

Hace unos meses compartí esta misma escena con un grupo de jóvenes de toda Europa en una sesión que dimos sobre estilos de aprendizaje. Al final de la escena, hubo reacciones diversas, sorpresa, admiración, pero, quizá como en la mayoría de las ocasiones, sólo los más atrevidos opinaron: "lo que hace el profesor es demasiado arriesgado, ¿y si ese le método hubiera traumatizado al chico?" y yo pensé, hasta qué punto estamos condicionados por nuestro sistema educativo, que no somos capaces de percibir lo importante y lo potente que puede llegar a ser que un profesor sepa cómo ayudar a un alumno a encontrar su talento.


¿Arriesgado, atrevido?... atrevido es enseñar literatura obligándonos a memorizar fechas, generaciones y estilos, atrevido es que en todas las clases haya que sentarse de espaldas a todos tus compañeros (ya,para facilitar la no comunicación), arriesgado es educar bajo el lema de que siempre hay una sola respuesta correcta, de locos es promulgar que todas los "saberes ciencítificos" son objetivamente más importantes que "las artes", los primeros son indispensables para la sociedad (¿cuál, la humana?), las segundas generalmente distraen en el camino hacia el desarrollo (bueno, pues ¡a mí que me distraigan eternamente!).
Y si miramos las cosas desde otro punto de vista, entendemos que la ignorancia siempre ha sido atrevida.

Ojalá a mí me hubieran cerrado los ojos para poder imaginar un verso libre. La última vez que una profesora nos encargó escribir un poema fue en la facultad, un día a toda prisa 10 minutos antes del final de la clase (ojo porque contaría para la nota final). Y yo sólo sentí que la película no iba conmigo, en aquella silla estática donde no podía volar, con el único ruido de la rutina universitaria, ¿dónde estás creatividad?... Quizá porque no era mi momento, porque no concibo un poema bajo el yugo de una nota que lo calificaría como si fuera una tabla de sumas y restas, o porque amo demasiado la poesía, fui la única que entregué una hoja en blanco. No culpo a la profesora (ella sólo ponía a prueba algunos métodos), y hoy no pasa un día sin que dedique al menos un segundo a disfrutar sobre la belleza de una palabra, o incluso me atreva a escribir un verso.

Así comienza el profesor de literatura el curso con sus alumnos:

A pesar de todo lo que les digan: las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión. La poesía, la belleza, el amor son las cosas nos mantiene vivos.

Whitman se preguntaba ¿qué de bueno hay en vivir?
Que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso.

Dedicado a las personas que creemos en esa visión de la literatura, la que se debería enseñar y transmitir, aquella que transforma y nos hace personas más humanas.

domingo, 14 de junio de 2009

Valiente, la risa

Nuestro subconsciente funciona así, a nuestro ritmo, 3 días antes de escribir sobre la risa yo había visto este maravilloso corto... un lenguaje universal con el que podemos cambiar el rumbo de un trayecto.



Quizá mañana lo pruebe en mi tranvía inventado, para crear espontáneamente una fiesta de la risa, un batalla ganada a la rutina del final del día.
Gracias Sara por traerme tus pinceladas.

miércoles, 10 de junio de 2009

El vuelo de tu risa

La risa es la plenitud del ser humano, es un canto a la libertad y un abrazo a lo maravilloso que es querer volar.

Habita cerca de la espontaneidad, de la más sana y dinámica de las inocencias que no abandonarían a un alma joven. Crece en la fuerza de encontrar lo inexplicable, y transformarlo en una carcajada dedicada a tu persona, y tus ganas rebosantes de vivir.

Un instante de risa se agota... no en el pensamiento triste, donde se crea un lugar para la alegría del dolor, no en el anochecer del amor, que aún huele al fluir de la pasión, no, yo siento que no se agota en un adiós ni en la distancia, porque existe un encuentro inesperado entre tu sonrisa y la mia...



Y tú hoy, con tus 31 sonrisas de gratitud, eres más libre a cada paso. Yo de pequeña sentía tristeza al pensar que algún día ya no habría más momentos en los que tu me contagiases aquellos ataques de risa (porque todo se agota, o porque cuando eres mayor el miedo gana ante la capacidad para reírse de uno mismo, no lo sé). Pero mi sabiduría juvenil se estrelló contra tu rebeldía madura, y consigues inyectarnos alegría, atacándonos sin darte por vencida, con bailes y guiños a la emoción, que emanan de un profundo amor a la vida.

Dedicado a mi hermana Ángela, cerca de ti siento tu risa, tus despertares y tus sueños, cerca de ti yo quiero imaginar, soñar y reír siempre. Si es que con sólo verte en esta foto ya me da la risa...

jueves, 4 de junio de 2009

Playing for my change

¿Podríamos imaginar que la música se para, y no regresa? No tendríamos sólo que volcarnos en llenar los silencios eternos, profundos, hasta malditos, también tendríamos que buscar a oscuras el ritmo de nuestros corazones, el alma de nuestro movimiento, y el porqué de que el pensamiento fluya con más vida cuando escucha una canción.

Con el tiempo he empezado a compreder lo incomprensible que es la música, se escapa de lo racional y arrasa con fuerza a quien pretende atraparla entre jaulas de códigos con fecha y definición. ¿Arrasa o te persigue sutilmente hasta tocar la emoción?, yo imagino que la toca para recordarme que al igual que la música, mi emoción también son notas, tantas como yo me atrevo a componer, y armonías desordenadas, que no podría atrapar, que no querría encerrar entre una melodía vacia.

Y para que el silencio no te impida componer tus propias músicas te traigo "A change is gonna come", un canto rebelde, optimista, feroz, del sitio Playing for a change que ya sonó en Chocolate Bailable porque nos encanta, porque recuerda que la música transforma, remueve, crea un cambio, el cambio que llegará, que no te encuentre sumergid@ en una ausencia y sin notas emocionantes que cantar...



Imagino que me siento al lado de los vocalistas, del mayor Grandpa Elliot, para escuchar las historias que guarda entre su peto, de Clarence Bekker, para sugerirle que sea mi amante, aunque sólo fuera durante una canción...